Una tormenta salvó la vida del líder de los Rolling Stones al impedir que los supuestos agresores cometieran su asesinato según ha informado The Sunday Telegraph, que se ha hecho eco de las revelaciones de un ex agente del FBI a la radio 4 de la BBC.
Los agresores eran Ángeles del Infierno que estaban enfadados con Jagger después del trágico suceso del festival californiano de Altamont de 1969. En el evento, en el cual los Ángeles se encargaban de la seguridad, Meredith Hunter, un jóven afroamericano que había tenido un altercado con los Stones poco antes, fue asesinado. Varias cámaras grabaron la agresión cometida por un miembro de los Ángeles. El documental “Gimme Shelter” recoge todo lo sucedido. En las imágenes se ve como, mientras los Rolling Stones terminaban su tema ‘Under my Thumb’, Hunter se acercaba al escenario y sacaba un arma. Alan Passaro, miembro de los Ángeles, desvió la pistola y apuñaló por la espalda al jóven. Passaro fue detenido y juzgado pero fue absuelto al ver en el acto defensa propia.
Debido a este incidente, el cantante se negó a volver a utilizar los servicios de los Ángeles. Este fue el motivo por el que varios de sus miembros decidieron vengarse, según afirma el ex agente del FBI Mark Young, aprovechando que Jagger veraneaba en su casa de los Hamptons, en Long Island (Nueva York). El plan era coger un bote y asaltar su residencia desde el mar. De este modo entrarían por el jardín, evitando la seguridad de la parte delantera.
Por fortuna, la embarcación fue alcanzada por una tormenta y sus ocupantes cayeron al agua sobreviviendo todos. De este hecho se cree que el líder de los Rolling nunca fue informado.
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